Científico/a de datos en humanidades digitales, ingeniero/a de tecnologías del lenguaje y lingüista computacional, los perfiles más demandados en el sector de las Humanidades Digitales y Tecnologías del Español

La I Encuesta de Talento en Humanidades Digitales y Tecnologías del Español revela los tres perfiles más difíciles de cubrir y señala la escasez de habilidades específicas como la principal causa. El estudio también destaca los retos de alinear la formación académica con las demandas de las empresas y la importancia de las habilidades blandas en la empleabilidad.

El pasado martes 7 de mayo se presentaron los resultados de la I Encuesta de Talento en Humanidades Digitales y Tecnologías del Español en el marco del I Summit de Talento, Empleo y Formación en Humanidades Digitales, IA y Tecnologías del Lenguaje que se celebró en la Universidad Complutense de Madrid que reunió tanto a expertos como a profesionales y estudiantes interesados en este ámbito.

Los objetivos de la encuesta  fueron caracterizar los perfiles de humanidades digitales y tecnologías del lenguaje más demandados por las empresas e identificar brechas entre la oferta y la demanda de estos perfiles. El estudio se llevó a cabo en dos fases. En primer lugar, se realizó una encuesta a los miembros del Clúster de la que se extrajeron una serie de datos con los que se elaboró un análisis cualitativo de los resultados. En segundo lugar, se organizaron una serie de entrevistas y conversaciones con expertos en el ámbito de las humanidades digitales y tecnologías del lenguaje en la comunidad de Madrid para completar el diagnóstico. 

En total se obtuvieron 27 respuestas, que se recogieron entre el 12 y el 29 de febrero. Del total de participantes, 16 pertenecían al sector de la educación superior, diez a las empresas privadas y una a la administración pública. Más de la mitad de los encuestados (el 54%) reconoció haber experimentado dificultades para cubrir puestos relacionados con humanidades digitales y tecnologías del lenguaje en su organización en los últimos 12 meses. La presencia de participantes mayoritariamente académicos refleja uno de sus problemas que es la elevada  tasa de abandono que registran en el marco de los contratos de investigación.

Los tres perfiles más difíciles de cubrir según las personas encuestadas son, por este orden, científico/a de datos en humanidades digitales, ingeniero/a de tecnologías del lenguaje y lingüista computacional. Respecto a las habilidades técnicas o conocimientos clave que se buscan en los candidatos para estos perfiles, el 76.47% exige al primero fuertes habilidades de programación (por ejemplo, Python, R) y manejo de datos. Por su parte, del ingeniero/a de tecnologías del lenguaje, el 70,59% espera que tenga habilidades en procesamiento del lenguaje natural (PLN) específicamente aplicado al español. Finalmente, para el último perfil, el 70.59% valoraría experiencia en el diseño y desarrollo de algoritmos para el procesamiento del lenguaje natural en español.

La escasez de habilidades específicas es la principal causa que explica la difícil cobertura de estos puestos. Respecto a estas habilidades, lo que más complicado de encontrar es perfiles multidisciplinares que sepan realizar diferentes tareas. Esta tendencia se está acentuando debido a la progresiva especialización a la que tiene el sector y afecta especialmente a las pymes, que no siempre pueden permitirse disponer de tantos profesionales diferentes. No obstante, también puede valorarse como una oportunidad de negocio para aquellas organizaciones capaces de ofrecer este tipo de servicios.

Respecto a la relación entre la oferta académica y la demanda de empresas, se percibe una brecha en la alineación entre la formación y las habilidades profesionales requeridas. La mayoría considera que los programas académicos actuales no brindan a los y las estudiantes las capacidades técnicas y prácticas necesarias. Por un lado, existe un desajuste entre la formación básica y la profunda en un entorno cada vez más especializado. Por otro lado, la colaboración universidad-empresa sigue siendo escasa. En el 68.75% de los casos no se han establecido colaboraciones o programas de retroalimentación entre empresas e instituciones educativas.

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