“En las carreras de humanidades existe una brecha con las nuevas tecnologías que es necesario cubrir”
Integrar la enseñanza de las nuevas tecnologías en las humanidades para dotar de autonomía a los futuros humanistas, así como para impulsar una formación de excelencia con planes de estudios que marquen la diferencia son dos aspectos básicos del proyecto de Flagship de Formación, que dirige el profesor Salvador Ros.
Salvador Ros es profesor titular y director del Laboratorio de Humanidades Digitales de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Como responsable del proyecto de Flagship de Formación del CITT de Humanidades Digitales y Tecnologías del Español, en esta entrevista destaca algunas de las carencias en las competencias a nivel tecnológico en el ámbito de las humanidades digitales. Asimismo, da una serie de pinceladas sobre el estado actual del proyecto, en el que actualmente están involucrados la Universidad Complutense, la Universidad de Nebrija y la UNED.
¿Cómo surgió la idea del proyecto? ¿Existen carencias en las competencias en humanidades digitales?
Desde hace más de 10 años estamos trabajando en humanidades digitales. En este tiempo nos hemos dado cuenta de que la formación impartida en las carreras de humanidades actualmente no está alineada con las nuevas tecnologías, lo cual genera una brecha importante que es necesario cubrir. No se trata de que los humanistas sean expertos programadores, pero sí de que tengan unas competencias tecnológicas mínimas que les den cierta autonomía y, sobre todo, les ayude a comunicarse con los tecnólogos. Esta última competencia debería ser reciproca también. Básicamente, creo que saber cómo crear algoritmos, cómo tratar datos a nivel computacional y, posiblemente, algo de análisis de datos (por ejemplo, estadística) sería suficiente.
¿Qué necesidad espera cubrir? ¿Qué hitos se busca alcanzar?
Este programa ha detectado dos carencias fundamentales, la formación entre el profesorado y la formación de los nuevos titulados. Por tanto pretendemos complementar la formación de los nuevos graduados para que puedan competir en el mercado actual y formar a los profesores a dos niveles. Por una parte, al profesorado universitario, para que impulsen los cambios necesarios en los programas de grado para incorporar estas competencias, aunque he de comentar que ya se están incorporando profesores jóvenes con muchas competencias digitales. Y, por otra parte, en el profesorado de enseñanza secundaria para que incorporen en sus clases estas competencias en las asignaturas de humanidades
“Es una lástima que tecnología solo se relacione con titulaciones STEAM donde la A aporta artes”.
¿Conoce otras iniciativas similares?
Solo se dé una parecida en Castilla y León, pero entiendo que persiguen otros objetivos. En la Comunidad de Madrid se hizo algo parecido con las competencias de programación y robótica. Es una lástima que tecnología solo se relacione con titulaciones STEM, ahora mismo toda Europa y Estados Unidos habla de STEAM, donde la A aporta “artes”. Más clara señal no puede ser, pero hay que verla y entenderla.
¿En qué fase se encuentra el proyecto y cómo se va a articular?
El proyecto está definido en sus líneas generales y objetivos, al fin de cuentas su base es un proyecto docente, que para nosotros desde el mundo universitario no es complicado gestionarlo. Ahora estamos en la búsqueda de fondos para poder llevarlo a cabo. En función de lo que consigamos, tanto de la financiación pública como privada, dependerá la excelencia de este. Se puede impartir docencia como siempre o se puede ser innovador y vivir el momento que nos toca para impartir docencia excelente, porque de calidad siempre será. No conozco ningún programa docente de excelencia que no disponga de recursos suficientes para serlo. Aquí en España nos conformamos con la calidad, parece que la excelencia es cosa de otros.
“Se puede impartir docencia como siempre o se puede ser innovador y vivir el momento que nos toca para impartir docencia excelente”.